martes, 22 de febrero de 2011

Muchas veces la gente cuando pasa a mi alrededor me dirige miradas extrañas, quizas de asombro por mi apariencia, de desprecio y de otras cosas que aun no logro decifrar en sus rostros. Pero hoy me paso algo particularmente especial,estaba haciendo fila para pagar unas cosas que habia comprado en el supermercado cuando dentrás mío se gana una señora de edad avanzada, al juzgarla por su apariencia pensé que era una de esas personas criticonas y que se indignan al ver a alguien que destaque del resto vestida toda de negro, en fin la cosa es que de la nada esa señora comenzo a hablarme, la fila estaba bastante pronunciada asi que tendria para un buen rato mas ahi esperando.
Yo no andaba vestida como una persona normal comun y corriente, mi maquillaje tampoco era muy liviano por decirlo de algun modo, es más, pensé que de ella iba a recibir miradas extrañas o comentarios desagradables tipicos de personas mayores, pero fue realmente todo lo contrario, entable una conversacion bastante agradable con ella, realmente era como si ella me conociera desde antes, lo que me hizo sentir bien, pero en este caso fui yo quien la discriminó por su apariencia...
¿ porque tenemos que ser tan superficiales?, que importa la apariencia del resto!, debemos empezar a dejar de juzgar sin conocer a las personas, no porque alguien vista diferente vaya a ser un criminal, un drogadicto o una mala persona, debemos darnos el tiempo de conocer a las personas antes de tratar de juzgarlas, en realidad no somos nadie como para poder hacerlo si no nos miramos nosotros mismos en primer lugar, que importa con agradar al resto?

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